El parquet era, hasta hace poco el tipo de suelo más utilizado. Natural y ecológico, es 100% de madera (normalmente de pino, haya o roble), su grosor suele ser de unos 10 centímetros y se instala sobre el pavimento del suelo.
La tarima flotante, por su parte, está ganando popularidad: consta de varias capas, la última de ellas y, por tanto, la capa visible, suele ser madera natural o sintética de unos 4 centímetros de grosor. El aspecto final es muy parecido por lo que la decisión suele depender en muchos casos del presupuesto ya que, aunque existen excepciones, la tarima suele resultar una opción más económica.